Los bebés robados.

Hace unos meses, salió a la luz el delito que cometió hace muchos años Sor María Gómez Valbuena, una aparentemente inocente monja, que se había dedicado a robar bebés al nacer para más tarde entregárselo a otros padres adoptivos a cambio de dinero.

En estas adopciones, usaba el trueque, ya que muchos de los padres adoptivos no tenían el dinero suficiente para permitirse un hijo. Sor María trataba con total frialdad estos intercambios, a pesar de parecer una persona completamente distinta cuando ayudaba a las madres que iban a dar a luz. Según muchas de ellas, en el momento que ya habían tenido al hijo, cambiaba completamente de personalidad e incluso amenazaba con quitarles sus otros hijos anteriores llamándolas adúlteras.

A día de hoy ya han reclamado muchos padres sus hijos, tras décadas buscándolos. La pena impuesta a Sor María cubriría posiblemente todos los años que le quedan de vida, aunque para muchas de sus víctimas esto es una pena muy corta comparado con lo que ha sido para ellos estar media vida sin sus padres, oyendo mentiras y calumnias de ellos.

En nuestra opinión, nos parece suficiente la pena impuesta, porque a pesar de haber cometido numerosos delitos en vida, bastante es pasar hasta el fin de sus días encerrada en una cárcel, aunque este caso habría sido investigado mucho antes  de haberlo denunciado antes sus víctimas, habiendo cumplido entonces seguramente la pena que se merecía.

 Y tú, ¿qué opinas?