La Consejería de Medio Ambiente está dispuesta a trasladar al Ministerio de Defensa la necesidad de limitar las actividades de tiro con munición real cerca
 de la costa. Atiende así a la reclamación hecha por el Ayuntamiento de 
Barbate, que lleva años, con distintos colores políticos, pidiendo que 
se acoten estos ejercicios militares para no perjudicar el desarrollo 
económico del municipio. La Junta de Andalucía comparte esta filosofía y
 confía en que la Armada oiga esta llamada. El decreto sobre protección 
del corredor litoral, que ha promovido el Gobierno andaluz para respetar
 la costa frente al afán urbanístico, no ha incluido menciones a este 
tipo de actuaciones en el tramo que reclama Barbate, el de 500 metros 
desde la línea del mar.
La petición hecha esta semana por el alcalde de la localidad gaditana, Rafael Quirós.“Estoy totalmente de acuerdo con que se limiten las construcciones de 
casas y hoteles. Pero nos hubiese gustado que se hubiese puesto alguna 
restricción a pruebas de tiro con fuego real que se están haciendo a 
menos de 500 metros de la costa”, afirmó el alcalde. Entre esos 
ejercicios, cita los desembarcos, el disparo de obuses, el aterrizaje de
 helicópteros o las explosiones que periódicamente vive el 
acuartelamiento de la sierra del Retín.
La Junta “comparte la filosofía” del alcalde. Las relaciones entre la Junta de Andalucía y la Armada son correctas. En
 la provincia de Cádiz, este contacto ha permitido firmar acuerdos entre
 ambas Administraciones para la conservación de especies que necesitan 
de estos suelos militares.
A pesar de ello, también ha habido tensiones. La mayor parte de ellas
 relacionadas con los incendios que estas maniobras propician en pleno 
parque natural de La Breña. El último accidente en mayo de este año, 
quemó 70 hectáreas. Defensa ha desarrollado desde 1999 un plan para 
prevenir incendios en nueve instalaciones militares de Andalucía, que sí
 contempla prohibir las prácticas de tiro con munición real en verano o 
cuando el viento facilite la propagación de llamas. A pesar de esa 
directiva, desde entonces se han registrado una docena de incendios.
La petición expresa del alcalde se centra en el desarrollo de su 
pueblo. “Donde no se puede poner un chiringuito, no se deberían disparar
 obuses”, resume. Una filosofía que la Junta comparte.

 
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