jueves, 24 de enero de 2013

La Consejería de Medio Ambiente está dispuesta a trasladar al Ministerio de Defensa la necesidad de limitar las actividades de tiro con munición real cerca de la costa. Atiende así a la reclamación hecha por el Ayuntamiento de Barbate, que lleva años, con distintos colores políticos, pidiendo que se acoten estos ejercicios militares para no perjudicar el desarrollo económico del municipio. La Junta de Andalucía comparte esta filosofía y confía en que la Armada oiga esta llamada. El decreto sobre protección del corredor litoral, que ha promovido el Gobierno andaluz para respetar la costa frente al afán urbanístico, no ha incluido menciones a este tipo de actuaciones en el tramo que reclama Barbate, el de 500 metros desde la línea del mar.
La petición hecha esta semana por el alcalde de la localidad gaditana, Rafael Quirós.“Estoy totalmente de acuerdo con que se limiten las construcciones de casas y hoteles. Pero nos hubiese gustado que se hubiese puesto alguna restricción a pruebas de tiro con fuego real que se están haciendo a menos de 500 metros de la costa”, afirmó el alcalde. Entre esos ejercicios, cita los desembarcos, el disparo de obuses, el aterrizaje de helicópteros o las explosiones que periódicamente vive el acuartelamiento de la sierra del Retín.
La Junta “comparte la filosofía” del alcalde. Las relaciones entre la Junta de Andalucía y la Armada son correctas. En la provincia de Cádiz, este contacto ha permitido firmar acuerdos entre ambas Administraciones para la conservación de especies que necesitan de estos suelos militares.
A pesar de ello, también ha habido tensiones. La mayor parte de ellas relacionadas con los incendios que estas maniobras propician en pleno parque natural de La Breña. El último accidente en mayo de este año, quemó 70 hectáreas. Defensa ha desarrollado desde 1999 un plan para prevenir incendios en nueve instalaciones militares de Andalucía, que sí contempla prohibir las prácticas de tiro con munición real en verano o cuando el viento facilite la propagación de llamas. A pesar de esa directiva, desde entonces se han registrado una docena de incendios.
La petición expresa del alcalde se centra en el desarrollo de su pueblo. “Donde no se puede poner un chiringuito, no se deberían disparar obuses”, resume. Una filosofía que la Junta comparte.

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