sábado, 20 de abril de 2013

Los daños de la lluvia: el Museo del Prado


Las lluvias de marzo trajeron consigo algo más que agua al Museo del Prado. También trajeron un gran disgusto a su director, Miguel Zugaza, a su equipo de restauradores y técnicos y al propio Patronato de la pinacoteca. Una infiltración de agua en los almacenes dañó el 11 de marzo una decena de dibujos y pasteles de pintura española del siglo XVIII y, sobre todo, un óleo de la importancia de Banquete de bodas, del flamenco Jan Brueghel El Viejo (1568-1625). Otras fuentes afirman que son más los lienzos afectados.

“A nadie le gusta que pase esto, desde luego, pero, aunque no queremos restarle importancia, creemos que no fue para tanto”, explicó el máximo responsable del Prado, quien aseguró que cosas así “pueden suceder en un momento dado en cualquier museo, viejo o nuevo”. Asimismo, en una reunión concertada por Miguel Zuzaga junto a su equipo para hablar de lo ocurrido, se decidió que lo mejor era no contar el incidente a extramuros. “Debatimos sobre si contarlo o no, y decidimos que no era un tema de tanto recorrido como para informar".


Sabiendo que el Museo del Prado es ya no uno de los museos más importantes y visitados de España, sino del mundo, es extraño que esta noticia no desconcierte a cualquiera. Primero, por la antelación de la noticia. Es increíble que no se haya comunicado a los diferentes medios el daño causado en el museo hasta un mes después, y gracias a las fuentes en el museo de los medios de comunicación, cosa que da de pensar para con los directivos de este museo. Segundo, por la noticia en sí: se supone que es un lugar muy bien cuidado y que cada día distintos técnicos supervisan que todo va bien. ¿Cómo han podido pasar por alto, entonces, unas goteras de un tamaño tal que han dañado más de diez obras? Esperamos que se lleven a cabo las medidas necesarias y que, a partir de ahora, se cuide nuestro Patrimonio cultural más minuciosamente.

Anabel Sánchez y Laura Herreras


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