viernes, 24 de mayo de 2013

¿Acuerdo para quien?

El pasado mes de marzo, las potencias integrantes de la BRICS se reunieron para acordar y establecer un ''nuevo banco de trabajo'' que contribuyese al desarrollo de las naciones menos favorecidas por la globalización.
Este acuerdo trata de fomentar la inversión internacional en países en desarrollo, bajo la persigna de que, si esto ocurre, puede producirse un atajamiento del hambre y la miseria.
Es curioso como bajo estos objetivos sociales se esconda la codicia de los países desarrollados, que solo buscan un trozo de pastel que llene sus saturadas e inmensas fauces bajo falsas ayudas que serán retiradas en cuanto estos países ya no sean de interés.

Mientras estos países aumentan sus relaciones comerciales, las diferencias sociales dentro de ellos va cada vez a peor; mientras estos países invierten billones de dolares en el progreso de las naciones que les son útiles,  millones de niños mueren a causa del hambre. Victimas del dinero que, caprichoso, ha elegido otras naciones para acabar con el hambre.

¿Curioso, verdad? Esta imagen es solo una muestra de lo que pasa diariamente en África, donde cada 3.6 segundos muere un niño a causa del hambre.
Solo quiero llamar a la reflexión. Día a día nos levantamos movidos por la codicia que caracteriza nuestra sociedad, nos movemos con fines puramente económicos; ajenos a que estos niños, inocentes, no tienen fines; sino fin.
Lo que mas daño me causa es la aceptación y la pasividad con la que afrontamos el problema, y me incluyo; porque ninguno de nosotros hace nada por contribuir en esta matanza cuyo asesino no es el hambre, sino los números.


Iván Melegatti Fernigrini


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