La siguiente noticia nos informa del calvario que supone para dos de cada diez familias de padres homosexuales encontrar un escuela para sus hijos, ya que aseguran tener problemas a la hora de hacerlo y que no es nada sencillo, y la gran mayoría de veces no quieren matricularlos en centros religiosos por miedo a que sean rechazados.
Nos cuenta el caso de una pareja que denunció a un colegio sevillano porqué no acepto a su hijo, el centro dijo que se debía a que no tenían plazas, pero los padres aseguran que se debió a su homosexualidad. En mi opinión, todo el mundo tiene derecho a estudiar donde quiera sin importar la sexualidad de los padres, ya que estos son seres humanos al igual que nosotros. Por lo que no deberían tener ningún problema ya que somos persona libres.
En la noticia también se dice que la mayoría de las parejas entrevistados aseguran que la Iglesia como institución es la que les rechaza, pero que los párrocos y demás comunidades católicas si les aceptan, incluso bautizan a sus hijos. En el ámbito familiar casi la mitad considera haber recibido el apoyo de sus parientes, pero un 9% siente no haber recibido ningún tipo de apoyo, en algunos casos la relación con la familia se aleja. Considero que para estas personas debe ser difícil no tener el apoyo de su familia, por lo que creo que sus familiares deberían apoyarles ya que no es nada malo lo que están haciendo, mas bien están siendo felices, que opino que es lo que la mayoría de sus familiares quieren para ellos.
Francesca Gensollén Aimini
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