Se trata de una profesora de una guardería de Noruega la cual un día llegó a la guardería después de extraerle sangre con las muestras de la extracción.Esta señora vertió su propia sangre en un plato para que los pequeños , los cuales tenían entre tres y seis años, observaran y tocaran ésta. En el momento que los alumnos preguntaron como quitarse la sangre de sus dedos la profesora se llevó el dedo a la boca y así todos la imitaron a ella.Éste suceso ha sido contado por la profesora jefa de la guardería de la localidad de Sola, en la costa oeste Noruega.La responsable de semejante locura ha sido cómo no expulsada y sometida a unas pruebas de VIH y hepatitis B de las cuáles todavía no se ha obtenido resultado.
Es una barbaridad este hecho producido en un centro educativo, me parece muy fuerte que haya personas así tan inconscientes cuando su cargo es un cargo de alta responsabilidad y de un buen nivel psicológico al que como hemos comprobado con esta noticia la protagonista no alcanzaba.
Elena Gómez González
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